¿CUÁNDO HACER TERAPIA? Detecta las señales según IFS
- Juan
- 11 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 abr
Desde el modelo de Sistemas de Familia Interna (IFS) de Richard Schwartz, el agotamiento y el desgaste surgen cuando algunas partes internas asumen roles extremos para protegernos, pero terminan generando sufrimiento. Identificarlas con compasión es el primer paso hacia la integración y el equilibrio.

Si la pregunta es: ¿cuándo hacer terapia según IFS? A continuación tienes un pequeño ejemplo de una dinámica que a veces se puede activar cuando atravesamos una fase complicada:
El crítico (El Juez) y el control con una autocrítica implacable, enfocándose solo en lo negativo y activando pensamientos rumiativos, catastrofistas y distorsionados.
El que busca la perfección (El Capataz) y impone rutinas rígidas que, con el tiempo, se transforman en rituales inflexibles, como una forma de evitar el caos y la incertidumbre.
El que evita el marrón (El Escapista) y encuentra cualquier actividad preferible a afrontar aquello que te está dando la lata.
El que te castiga (El Inquisidor) y reacciona ante cualquier bajón en el rendimiento con sobrecarga y autoexigencia extrema, creyendo que solo así se compensa un mal día.
El que alivia (El Masajista) y recurre a sustancias, comida o estimulantes para sobrellevar el esfuerzo o premiarse después de un sacrificio, en un intento de calmar el malestar.
El que no se cuida (El Abandonao) y sacrifica el autocuidado, afectando el sueño, la alimentación, el descanso y el disfrute, dejando de lado actividades reparadoras como el ocio y la socialización.
El que se compara (El Jurado en Concurso de Popularidad) y mantiene la atención puesta en los demás, distorsionando la percepción del propio valor y generando una sensación constante de insuficiencia.
El que se impacienta (El Prisitas) y se obsesiona con alcanzar la meta rápidamente, ignorando el proceso de adaptación y agotándose en la carrera por llegar.
El que se deprime (El Bajona) y esparce desesperanza, luchando porque no te ilusiones y, si no sale, te lleves la gran decepción.
El que desconecta (El Viciao) y coge tu vicio predilecto y lo exprime lo necesario para dejar bien lejos el marrón.
El que explota (El Furias) y suelta toda la energía negativa acumulada por tanto conflicto entre partes.
Y muchas partes más, cada cual con las suyas. Algo que, nunca sobra repetir, es completamente normal y universal. Son señales que nos están avisando que el obstáculo al que nos enfrentamos requiere un enfoque renovado. Entonces, ¿cuándo hacer terapia según IFS? Cuando nos sentimos en manos de esas partes, sentimos que nuestra vida tiene direcciones cambiantes e incluso contradictorias según el momento o la situación.